Mi mirada gira entorno a un mundo lleno de ojos que acechan y esperan el momento que un descuído deje ver la cilueta uniforme de un cuerpo vertiendo olores, vertiendo fragancias que exítan las hormonas y producen un placer constante de tactos. Dos miradas que se dan la mano simulan fuertemente la pasión entregada. Débil ante los ojos, se tornan dos gotas de lágrimas rontando cada ricón de una dulce mirada, y frotan las mejillas que palpitan fugazmente la escencia del olor a cuerpo, del olor a placer y a sexo.Paris... Paris... dulce ciudad de placer y erotísmo, ciudad donde se conjugan las verdaderas pasiones y las miradas tentadoras forman parte de una vida cotidiana que fermentan la pasión de cada vivir, de cada alma, y que luego se desenvuelven en dulces fragmentos de besos con rouge. Los senos al viento, naturales senos al viento, fuertemente capaces de jugar con las miradas y formar parte de una dulce tentación.

1 comentario:
hasta q alguien x fin deja de ver a Paris como una ciudad romántica
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